Yoan Moncada es uno de los peloteros cubanos más talentosos que ha pasado por las Grandes Ligas, pero su carrera ha sido un tanto decepcionante para muchos, considerando el gran potencial que mostró cuando llegó a la MLB. Su historia comenzó con grandes expectativas, pero con el paso de los años, los resultados no han sido los esperados, lo que genera una sensación de oportunidad desperdiciada.
Moncada nació en Cuba en 1995 y desde joven se destacó como uno de los jugadores más prometedores de la isla. A los 19 años, dejó su país y se embarcó en la búsqueda de una carrera en las Grandes Ligas, tras abandonar el equipo de béisbol de Cuba. En 2015, firmó con los Boston Red Sox por un bono de $31.5 millones, uno de los contratos más grandes para un prospecto internacional en ese entonces. Se esperaba que Moncada fuera la próxima gran estrella de la MLB, un jugador con habilidades excepcionales tanto con el bate como con el guante, capaz de jugar en varias posiciones del infield.
Sin embargo, las expectativas que se habían creado alrededor de Moncada no se materializaron de inmediato. Después de un breve paso por las ligas menores, fue canjeado en 2016 a los Chicago White Sox en un intercambio por Chris Sale. Este movimiento, aunque fue un cambio estratégico para los White Sox, colocó una enorme presión sobre Moncada para que demostrara que estaba a la altura de las expectativas. A pesar de su talento, el pelotero no tuvo un impacto inmediato en la MLB. Su primer par de temporadas en las Grandes Ligas fueron inconsistentes, llenas de altibajos tanto en su rendimiento ofensivo como defensivo. Su promedio de bateo fue bajo, su disciplina en el plato dejó mucho que desear y su capacidad para hacer contacto con la pelota fue cuestionada.
El contrato millonario que firmó con los Red Sox generó grandes expectativas, pero a medida que pasaban las temporadas, Moncada no cumplió con la promesa de ser una estrella en la MLB. En 2019, comenzó a mostrar signos de mejora, logrando un rendimiento ofensivo más sólido, con 25 jonrones y un OPS de .915, lo que generó algo de esperanza. Sin embargo, su inconsistencia volvió a aparecer en las siguientes campañas, y sus números nunca alcanzaron el nivel que muchos esperaban de un jugador con su potencial. La temporada 2020 fue otra de las que dejó una sensación de frustración, con un bajo promedio de bateo y una disciplina de bateo cuestionable.
A pesar de las altas expectativas y el talento evidente, Moncada no logró establecerse como una estrella de la MLB de forma constante. Sus números no reflejaron el contrato millonario ni el gran talento que mostraba en las ligas menores y en la pelota internacional. Muchos aficionados y expertos en béisbol se sintieron decepcionados por la falta de consistencia de Moncada, quien parecía ser un jugador destinado a ser una figura central en los White Sox, pero que nunca logró convertirse en ese líder que muchos anticipaban.
Moncada todavía sigue en la MLB, y aunque ha mostrado destellos de su potencial, el tiempo está en su contra. A sus 28 años, todavía tiene la oportunidad de cumplir con las expectativas y demostrar que fue una inversión que valió la pena, pero su carrera, hasta el momento, ha sido una de muchas oportunidades que no se han aprovechado al máximo. Sin duda, su historia es una de esas en las que el talento no siempre se traduce en éxito inmediato, y el paso de los años le ha dejado la sensación a muchos de que Moncada podría haber sido mucho más en la MLB.