A pocos días de finalizar el torneo Premier 12, se conocieron detalles sorprendentes sobre el desempeño del equipo Cuba, que no solo se vio reflejado en los resultados dentro del campo, sino también en su preparación y el uso de la tecnología. En un ambiente cada vez más competitivo y tecnológicamente avanzado, Cuba quedó en desventaja al no contar con ciertos recursos esenciales, lo que incluso obligó a los organizadores del torneo a modificar algunas reglas para igualar las condiciones entre los equipos.
Yadir Drake, uno de los jugadores más destacados del equipo durante el torneo, reveló públicamente una de las razones de la difícil situación que enfrentaron los peloteros cubanos. Según explicó, el equipo Cuba no disponía de un sistema clave que ya se había implementado en otros equipos: el PitchCom. Este sistema de comunicación inalámbrico permite a los lanzadores recibir señales sin la necesidad de mostrarlas, lo que evita el robo de las mismas por parte del equipo contrario. Aunque muchos equipos ya estaban utilizando este dispositivo, Cuba no contaba con él, lo que representaba una clara desventaja en un torneo de tal magnitud.
De hecho, el uso de PitchCom fue inicialmente permitido para todos los equipos, y fue Corea del Sur quien lo comenzó a utilizar al principio del torneo. Sin embargo, debido a que Cuba no disponía de esta tecnología, los organizadores decidieron prohibir su uso para todos los equipos con el fin de equilibrar las condiciones y evitar que los antillanos se vieran aún más perjudicados. Esta medida, aunque comprensible en términos de competitividad, es una muestra más de la brecha tecnológica que existe entre Cuba y otros países que participan en competiciones internacionales.
A esto se le suman otras deficiencias tecnológicas que también impactaron al equipo Cuba. Mientras que la mayoría de los equipos competidores contaban con tabletas y dispositivos digitales para analizar las estadísticas y características de los jugadores rivales, los cubanos se vieron obligados a recurrir a métodos más tradicionales, como el uso de papel y lápiz. Incluso el reconocido pelotero Liván Moinelo, quien formó parte del equipo, se encargó personalmente de hacer tareas de scouting utilizando solo papel y lápiz para registrar la información durante el partido contra Corea del Sur.
Esta situación refleja no solo el atraso tecnológico, sino también los problemas económicos que enfrenta el deporte en Cuba, lo que limita el acceso a recursos modernos y competitivos. La falta de inversión y el desinterés de ciertos sectores dirigentes del país contribuyen a que los atletas cubanos, incluso aquellos con un gran talento, se enfrenten a desventajas tecnológicas en un deporte que avanza constantemente.
El resultado de este contexto fue el peor desempeño de Cuba en la historia del Premier 12. El equipo terminó en la última posición del grupo B, con solo una victoria y cuatro derrotas, lo que dejó en evidencia la magnitud de los problemas que enfrentan los peloteros cubanos no solo en términos de preparación física, sino también de adaptación a los nuevos avances tecnológicos que dominan el mundo del deporte.