Aaron Judge volvió a brillar cuando los Yankees de Nueva York más lo necesitaban, conectando un crucial cuadrangular de dos carreras en el primer inning del Juego 5 de la Serie Mundial ante los Dodgers de Los Ángeles. Este batazo, que se fue por el jardín derecho en el Yankee Stadium, desató la euforia entre los fanáticos y llenó de esperanza a un equipo que ha luchado intensamente para recuperarse en esta serie después de haber estado abajo 3-0.
Judge, quien ha tenido una postemporada de altibajos, saltó al terreno en una situación que prometía tensión y emoción desde el primer lanzamiento. Luego de que Juan Soto negoció un boleto, Judge llegó a batear en el primer inning, listo para enfrentar al lanzador Jack Flaherty. Flaherty, un pilar de los Dodgers durante esta serie, abrió el turno con una recta de 94 millas por hora al centro del plato. Judge, decidido a demostrar su poderío, conectó de inmediato esa recta para enviarla fuera del parque. Este jonrón, el tercero de Judge en la postemporada, le dio la ventaja inicial a los Yankees y elevó el ánimo del equipo y de los aficionados que llenaban el Yankee Stadium.
Pero la emoción no se detuvo ahí. Jazz Chisholm Jr., uno de los refuerzos clave para los Yankees, llegó al plato inmediatamente después de Judge y también sacó la pelota del estadio. Con su cuadrangular, Chisholm no solo extendió la ventaja a 3-0, sino que aumentó la presión sobre el equipo de Dave Roberts. El «back to back» de Judge y Chisholm demostró el potencial ofensivo que los Yankees pueden desplegar cuando sus figuras responden en momentos críticos. Para Chisholm, quien llegó este año proveniente de los Marlins de Miami, este fue su segundo jonrón de la postemporada, un logro que emocionó aún más a la afición de Nueva York y que amplificó el impacto del batazo de Judge.
La ventaja de 3-0 le dio la confianza necesaria al as de los Yankees, Gerrit Cole, quien subió al montículo con la misión de mantener viva la serie y devolverla a Los Ángeles. Cole, ganador del premio Cy Young en 2023, sabía la importancia de preservar la ventaja inicial y contener a la poderosa alineación de los Dodgers. Con cada inning lanzado, Cole se alimentaba del entusiasmo de la afición, que vibraba con la esperanza de una remontada histórica.
La conexión de Aaron Judge representa mucho más que solo un jonrón en una situación de vida o muerte para los Yankees. En un momento en que el equipo enfrentaba una desventaja devastadora, el bateo de Judge envió un mensaje claro: los Yankees aún tienen la fuerza y la determinación para pelear cada partido. Este jonrón parece haber sacado a Judge de su “slump” en postemporada, un obstáculo que había puesto en duda su rendimiento en momentos clave. La actuación de Judge en este juego fue una reafirmación de su papel como líder y motor de la ofensiva de Nueva York.
Con esta demostración de poderío, los Yankees han dado un golpe de autoridad en el Bronx, dejando en claro que están dispuestos a luchar hasta el final. El bateo de Judge y Chisholm le ha devuelto a Nueva York la chispa que parecía faltar en los primeros juegos de la serie, mientras que el compromiso de Gerrit Cole en el montículo promete mantener la esperanza viva. Para los Yankees y sus fanáticos, este Juego 5 marca el inicio de una posible remontada épica en la Serie Mundial, una hazaña que haría historia en el béisbol. La ciudad de Nueva York está de pie, apoyando a su equipo, mientras la serie se alarga con la ilusión intacta.