El equipo Cuba de béisbol se encuentra en una etapa preparatoria para su participación en el Premier 12, torneo internacional en el cual se medirán con los mejores equipos del mundo. Con esta meta en mente, Cuba ha realizado una serie de nueve partidos de adiestramiento para afinar sus estrategias y lograr que cada jugador alcance su máximo nivel. Sin embargo, el proceso ha revelado algunas preocupantes debilidades en el rendimiento de varios jugadores clave, especialmente en la ofensiva, donde figuras de peso como Alfredo Despaigne y Andrys Pérez no han logrado mostrar su mejor forma.
Uno de los nombres que más ha destacado en esta lista de decepciones es el de Alfredo Despaigne. Para muchos, resulta sorprendente que un pelotero con el historial de Despaigne, quien en otras épocas fue el cuarto bate del equipo Cuba, presente un rendimiento tan bajo en la fase de preparación. El jugador de Granma tuvo 19 turnos oficiales al bate y apenas logró conectar cuatro hits, para un promedio ofensivo de .211, cifra alarmantemente baja para alguien de su calibre. Además, no logró conectar ningún jonrón, lo cual agrava aún más la situación, pues uno de sus grandes aportes al equipo históricamente ha sido el poder en el bateo de larga distancia. Esta sequía jonronera levanta serias dudas sobre su actual capacidad para cumplir el rol de slugger y aporta una señal de alarma que el equipo no puede ignorar.
La falta de rendimiento no se limita solo a Despaigne, ya que otros jugadores han presentado números bajos que comprometen la ofensiva del equipo. Andrys Pérez, receptor del equipo, es otro jugador cuyo rendimiento ha estado muy por debajo de las expectativas. En 17 turnos oficiales, apenas conectó tres hits, lo que lo deja con un promedio de bateo de .176. La falta de efectividad de Pérez en el plato representa un problema adicional para el equipo, especialmente considerando que su rol en la alineación es crucial, tanto en la ofensiva como en la defensa.
Jean Harvin Walters también se ha sumado a esta lista de peloteros con desempeño débil en los partidos de preparación. Walters, un jardinero en el cual Armando Johnson, el director del equipo, tiene grandes expectativas, ha decepcionado con un promedio de bateo de .235, después de conectar cinco hits en 21 turnos al bate. La dirección del equipo contaba con Walters como una opción viable para cubrir cualquier ausencia en el jardín exterior, pero su rendimiento actual deja dudas sobre si estará a la altura de las necesidades del equipo.
Por último, Cristian Rodríguez, otro jugador con experiencia en el béisbol japonés, ha sido otra de las grandes decepciones. Rodríguez, quien llegó al equipo nacional con grandes expectativas, solo logró un hit en 11 turnos al bate, dejando un promedio ofensivo de .111. Este rendimiento tan bajo es un golpe para la confianza del equipo, ya que se esperaba que Rodríguez aportara experiencia y calidad desde su posición de utility, pero su desempeño en los entrenamientos ha dejado mucho que desear.